El "Sexo seguro" da placer protegiéndote y protegiendo del VIH/SIDA. Son prácticas sexuales en las que la sangre o el semen de una persona no puede entrar en el cuerpo de otra a través de heridas en la piel, o de lastimaduras y microlesiones en las mucosas que recubren el ano,el recto,el glande (cabeza del pene), o la boca.
¿Qué es el VIH?
Es un virus que produce deterioro inmunitario en el organismo: hace bajar las defensas. Existe tratamiento para controlar el avance de la infección, pero no existe cura.
El tratamiento contiene varias drogas llamadas antirretrovirales: es de por vida y hay que hacerlo con responsabilidad, porque sin él la infección avanza inexorablemente hacia la enfermedad SIDA. Se pueden necesitar muchas pastillas diarias y hay que realizar estudios periódicos sobre cantidad de virus y estado de las defensas.
¿Cómo sé si tengo VIH?
La única forma de saberlo es hacerse el test. Es voluntario; tenés que dar tu consentimiento después de recibir información adecuada. El resultado es confidencial. Si creés que estuviste en una situación riesgosa, es importante que te lo hagas. Si te infectaste, el médico podrá evaluar si conviene iniciar una terapia antirretroviral que detenga el avance del virus.
Nuestra población es la más vulnerable
La población de gays, trans y otros hombres que hacen sexo con hombres tiene una proporción de infectados mucho mayor que las demás, en gran parte porque la penetración anal sin protección es la práctica sexual que más favorece la infección por VIH. Es fácil que te encuentres con alguien que tenga el virus; por eso es indispensable usar correctamente el preservativo.
“Con forro, lo que quieras”
“Sexo Seguro” son las prácticas sexuales en las que la sangre o el semen de una persona no pueden entrar en el cuerpo de otra a través de heridas en la piel, o de lastimaduras y microlesiones en las mucosas que recubren el ano, el recto, el glande (cabeza del pene), o la boca. Nos protege del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), que además de causar daños, facilitan la entrada del virus al cuerpo.
Algunas prácticas sexuales son totalmente seguras (besos, caricias, pajas); otras tienen bajo riesgo de infección (chuparla sin que te acaben en la boca); y otras son de alto riesgo (ser penetrado analmente sin preservativo).
Si usás correctamente el forro, da placer y seguridad a la vez.
¿Sabés cómo poner un preservativo?
Abrí la envoltura del forro con la yema de los dedos, no con los dientes o las uñas, que pueden marcar el latex y hacer que se rompa en plena acción.
1. Si querés aumentar la sensibilidad, poné una gota de lubricante a base de agua dentro del forro, o sobre la cabeza del pene.
2. Cuando el pene esté duro, colocá el forro sobre la cabeza apretando la punta con los dedos: así se crea un lugarcito vacío sin aire para el semen; lo importante es que no quede con aire.
3. Desenrollá el forro totalmente, hasta la base del pene. No pongas lubricante en la base del pene; si lo hacés se puede resbalar y salirse durante la relación.
Para aprender la forma de ponerte un preservativo lo mejor es practicar masturbándote. Así podés romper todos los necesarios hasta sentirte cómodo y seguro.
Cuando lo tengas puesto, ponéle lubricante a base de agua; si le lubricás al otro con los dedos el ano y el recto, lo ayudás a relajarse, evitás lastimaduras y das placer.
Si acabás dentro, tenés que sacarla antes de perder la erección, apretando el forro por el anillo de la base para que no se quede dentro y se derrame el semen.
Si decidís acabar afuera, luego de salirte podés sacarte el forro siempre que vayas a acabar sobre piel sana
Otros consejos útiles:
Verificá siempre la fecha de vencimiento del forro. Si lo conservás en un lugar fresco y seco, sin presión o roces, tiene como mínimo dos años de vida útil.
Recordá tener siempre forros a mano. Si no, corrés peligro de no usarlo.
¿Y si la querés chupar sin preservativo?
No conviene. El líquido preseminal lleva poco virus; es poco probable que te infectes, pero no imposible. Nunca dejes que te acaben en la boca: el semen es infeccioso.
¿Y lamer el ano?
No es riesgoso para el VIH , pero si no hay limpieza perfecta te podés infectar de hepatitis B o C, sífilis, parásitos, hongos y demás. Evitá hacerlo después de la penetración, por si quedó alguna lesión.